jueves, 12 de diciembre de 2013

#FFdA 4 o #FCFDCA(CP)QEPPARDLC(CSUA)

Hola a todos.

Visto que la discontinuidad forma parte del espíritu de este blog, en vez de explicar el enésimo motivo de pausa retomaré sin más el hilo.

El motivo de esta entrada es además la celebración de la cuarta edición del #FFdA, el evento que provocó la creación del blog , así que no podíamos faltar... aunque ha faltado un pelo.

Por si alguien no ha leído las entradas previas sobre el 1er #FFdA (intro, sesión 1 y 2), del 2º (previa, capítulo 1, 2 y 3) o del 3º (partes 1 y 2), o tampoco alguna de las convocatorias "patilleras" del ya clásico culpable (por ejemplo la de la presente edición), las siglas corresponden al evento "Finde Fondo de Armario", que también podría ser conocido como #FCFdCA(CP)QEPPARDLC(CSUA):
"Frikis Cerveceros Fardando de Cervezas Acojonantes (Con Perdón) Que Estaban Perdidas Por Algun Rincón De La Casa (Con Suerte Un Armario)"

Como ya he dejado caer antes, en esta ocasión estuve a punto de no poder participar.
De hecho el mismo día que empezaba el evento recogí el alta médica después de varias semanas de reposo obligado en casita (y sin jarabe de cebada).
Ya estoy bien, gracias por preguntar, conque... ¡A celebrar el alta por todo lo alto!


Sabadell, viernes 29 de noviembre

En el encendido oficial de las luces de Navidad, con la colaboración de los Castellers de Sabadell (de los que formo parte) nos encontramos "casualmente" unos cuantos "cenosillicafóbics" de la "colla", con un par de horas libres antes de nuestro ensayo y relativamente cerca de Moixeró...

Así que el #FFdA tuvo una previa, que si bien no cumple con los "requisitos"... este es mi blog y para un día que escribo voy a poner lo que me de la gana. Faltaría plus.

Los puristas que se salten unas cuantas líneas. Más abajo ya aviso.


La previa: celebración de alta médica y de final de temporada... y de lo que haga falta

Así que fuera de programa (pero dentro del estómago) cayeron por orden de aparición:
- Eko's 2.0 (tenía ganas de probar algo de l'Anjub, y ahora tengo ganas de repetir)
- Back in Black (de Naparbier, birraco que descubrí en la Fira de la Cervesa Artesana de Sabadell)
- Nomada Moose Islay (ovación, Lagavulín birrificado, lágrimas de emoción y síncopes varios)
- Hello My Name Is Sonja (orgía Brewdogiana con la prima de Ingrid, que está igual de buenorra)

compartidas, eso sí, que tampoco era cuestión de llegar al ensayo de Castellers con un globo de aupa.

Nos despedimos con pena de Ramon y sus fabulosas estanterías y nos fuimos a sudar un poquito con los Castellers. Para recuperar líquido cayó una Estrella Galicia 1906 Red Vintage "la colorada".
El bar del nuestro local se está situando entre las mejores cervecerías de nuestra ciudad, aunque el untappd no se lo acabe de creer.

Mientras mi amigo David me repatria a casa, a una hora temprana para lo que acostumbramos, me acuerdo del #FFdA y le hago una proposición deshonesta, que acepta.
Subimos a mi piso a abrir botellitas y empieza el #FFdA propiamente dicho.


El #FFdA en cuestión (sesión 1 y única)

Los puristas que se han saltado unas cuantas líneas pueden seguir leyendo a partir de aquí, mientras que los envidiosos de rigor ya pueden saltarse el resto de la entrada y cerrar el navegador por si acaso les entra rampa.

Puestos a compartir, saqué más o menos al azar unas cuantas cervezas del fondo del armario, que tampoco era cuestión de despertar a la familia.

Las cervezas seleccionadas, por orden de aparición:

Hoppe Artisanale Pils de Van Steenberge (2011)
Un buen lager que mejor hubiera caído en su día, en el par de añitos que lleva en casa ha perdido su carácter lupuloso.

Belle-vue Gueuze (1997)
Seca y astringente. Recordaba la versión "del año" más empalagosa, y ahora parece más como una sidra amaderada. Que bien que le sientan los años. ¡Yeah!

Strubbe Vlas Kop (1998)
Gerstebier (cerveza de cebada) según la etiqueta. Mi curiosidad me lleva a la birrapedia y descubro que se hace con trigo malteado y cebada sin maltear. Sorprendentemente la botella conserva el gas, la cerveza hace una bonita espuma y aún se puede beber. Seguramente ha perdido matices con los años.

Lefebvre  Moeder Overste (1997? 1998?)
No hacemos caso de la etiqueta, que recomienda su consumo antes de 1999. De todas maneras, con una Tripel de 8º tampoco corremos tanto riesgo así que la disfrutamos tan ricamente. Sin ser una maravilla, se deja beber. Ahora mismo no recuerdo la original, así que tendré que ver si la encuentro por ahí para compararlas.

Crombé Egmont (75cl, 1997)
Aún elaborada en Zottegem, el pueblo de mi socio Rik, antes de que se la quedara Strubbe.
Una triple sencilla, sin pretensiones, pero muy agradable y que envejece bien.
¡Gracias Rik!

Slaapmutske Winterbier (2000)
Cortesía de Filip, en el Blauwe Volk. Aparte de no dejarme pagar las cervezas ese día me regalo una caja entera de esta cerveza de la que aún me queda alguna más. Ya prometían en su primera edición.

Sint-Sixtus Abdij Westvleteren 8 (2000)
Quizá la última que me quedaba, o quizá no. En el mundo mundial tampoco han de quedar demasiadas, ¿verdad?. Espectáculo absoluto, aunque con menos regusto alcohólico como su "hermana mayor", la 12.


No está mal toda la artillería desplegada en un solo día, pero tampoco conviene abusar de mi recién recuperada salud y lo dejaremos por esta vez.

David vive cerca y no tendrá problemas en llegar a su casa y yo sólo tengo que atravesar el pasillo.

Buenas noches.


Anexo (armariofilia y otras depravaciones cerveceras)

Ya se que la publicación de fotos de armario va a ser la tónica y  casi requisito de la presente convocatoria, pero servidor estrenó su armario cervecero no hace tanto, y el mueble en cuestión ya tuvo su momento de gloria en el anterior #FFdA, así que quien quiera verlo que entre en el enlace previo.

Por comentarios de previas ediciones, sé que a más de uno le gustaría verlo por dentro, pero por si acaso prefiero no exponer mis añejados caldos a la luz. Así que los dejaremos en su oscuridad presuntamente gay (pues no han salido aún del armario).
No he podido evitar el chiste malo. Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir.

Pero para seguir la moda, voy a fotografiar otro armario que ya tengo hace unos cuantos años en el comedor de mi casa. Aquí mi amante esposa me permite amontonar algunas de mis copas (dentro) y exponer los cadáveres de mis más vetustas botellas (encima).

En la parte central de la foto, y aún sin colocar, he querido incluir una botella que no llegó al #FFdA por pocas semanas pero que tenía que aparecer igualmente en esta entrada porque lo merecía: una De Dolle Brouwers Stille Nach (1993), maravilla de los locos belgas de los que siempre he intentado conseguir botellas. Una de las joyas de mi armario, sin duda, que aún no sé como ha conseguido aguantar tantos años sin ser abierta. Despistado que es uno.

Pues ya sin nada más que añadir, y esperando con ganas el resumen del Birraire, me despido hasta vaya usted a saber cuando.

Así que si no publico nada antes, que al paso que vamos será lo suyo, felices cervezas de Navidad a todos.
Y por si acaso aún tardo más que todo eso, que os vaya bien la vida.

domingo, 6 de octubre de 2013

Fira de la Cervesa Artesana de Sabadell (reflexión sobria aunque no lo parezca)

Dicen que cuando alguien está a punto de morir, la vida entera le pasa por delante de los ojos.
También dicen algunos, que la muerte es la antesala de una vida mejor.


Hoy he ido a la "Fira de la Cervesa Artesana de Sabadell", y no puedo resumirla de otro modo que diciendo sencillamente que me lo he pasado genial.
La tarde se me ha pasado volando, aún con la sensación de haberla aprovechado, y mucho.

He disfrutado de momentos familiares tranquilos, de compincheo entre amigotes y conversaciones en grupo, de encuentros y reencuentros, pero también de conocer gente interesante, etc.
Todo esto en mi ciudad, y todo esto alrededor de la cerveza. ¿Qué más puedo pedir?


- Si bueno, muy bonito y tal y pascual, pero... ¿no vas a escribir del evento y sus cervezas? ¿y que tiene todo esto que ver con la vida y con la muerte? ¡A saber qué ha bebido éste!

Pues no, en esta entrada no voy a hablar del evento y sus cervezas... al menos directamente.
Y sí, confieso que he bebido (¡cerveza, no te j... fastidia!), pero tampoco tanto y ya hace unas horas, así que esta entrada puede ser ñoña pero está escrita desde la sobriedad.
¿Puedo seguir?


Hoy me ha pasado por delante de los ojos toda mi vida... cervecera, la que me ha tocado vivir en Sabadell (y aledaños)

...Mi primera cerveza oficial, una Voll-Damm recetada por mi padre... ("hijo, si has de beber, bebe bueno" me dijo no con mal criterio para la época y que creo que aún conservo en esencia)...

... tantas tardes y noches en la "Maes"... (hasta que desapareció, asfixiada por las obras del centro. ¿Qué habrá sido de Santi?)...

... otras tantas veladas de "dopping" con Pere en el Tropezón de La Llagosta... (otra pérdida irreparable)...

... esos "pinitos" con Rik dando nuestros primeros cursos de cata en el Kafka ... (la "Acadèmia de la cervesa" duerme un largo sueño, ¿la podremos despertar algún día?)...

... exóticos tiradores de De Koninck, de John Martin, etc... que desaparecieron igual que aparecieron... esos bares de barrio que tuvieron Julius de Hoegaarden... Tennents Super... Eku 28... con igual fortuna...
esas temperaturas gélidas de la nevera de "l'Espanyol"...

... el desbocado presente: la Microcervesria, el Moixeró, Nómada y muchos anónimos "homebrewers" locales... cervezas artesanas cada vez más presentes en tiendas y bares... la Fira...

Todos estos recuerdos (y alguno más) me han venido mezclados con los buenos momentos que he pasado hoy. Por eso no creo que tengan que ver con la muerte, pero sí con una vida mejor.

Hace tiempo que se está cociendo algo. Todos lo sabemos y sólo hay que ver como han proliferado aquí y fuera un número incontable de cervezas artesanas y caseras, pero parecía algo limitado al "mundillo" cervecero, a los locos de ayer más los locos de hoy, y algún esporádico visitante ocasional.

Pero hoy he visto a muchos de mis conciudadanos pasárselo bien, muy bien. Con sus familias, amigos y seguramente también conociendo gente nueva. Algunos quizá interesados en el tema, o quizá sólo con ganas de probar algo diferente, pero todos disfrutando con unas buenas cervezas.

Nada puede sonar más diferente a una "muerte cervecera", ¿verdad?
De verdad, hoy lo he visto todo diferente, como por primera vez, como en una nueva vida.

Puede sonar exagerado, pero creo que este fin de semana puede haber empezado una vida mejor:
la vida en que mi ciudad, Sabadell, viva la buena cerveza con normalidad.


martes, 24 de septiembre de 2013

Mi Beerano Cervecero!!! MBC#2013

¡Anda!
¡Si tengo un blog!
¿Quizá que publique algo, no?

Si alguien todavía lee esto, sabrá que no me prodigo mucho escribiendo, así que tampoco voy a perder demasiado tiempo justificándome.
También sabrá que para obligarme a escribir necesito a veces un evento patillero (marca registrada Birraire) o afín en el que me apetezca participar aunque no sea más que para desempolvar mi prosa de tanto en cuanto y de paso sentirme un poco dentro del mundillo cervecero.

En este caso el evento es el #MBC2013 Mi "Beerano" Cervecero, una divertida iniciativa de Lupuloadicto, en la que se trata de explicar alguna anécdota cervecera veraniega.
Así que empezamos por agradecer al señor Pau la excusa: Moltes gràcies!

Se acabó el verano, y puestos a explicarlo me apetece hacerlo al revés, como si pudiera rebobinar los acontecimientos y volver a revivirlos de nuevo.

- ¿Rebobinar? ¿Ixo que ye?
- ¿No lo sabes, niñato? ¡La tecnología va a acabar con la lírica!

Pues en orden cronológico inverso, rayando el fin estival y con un retraso casi casi comparable al de este humilde blog, el ultimo gran acontecimiento cervecero veraniego apenas se acaba de producir... ¡¡¡el resumen de Birraire del 3er #FFdA!!!
Joan, que miedo nos has dado. ¡Que por momentos pareció que te nos pasabas al zumo de acelgas!

Seguimos caminando atrás: Segundo aniversario de la Microcerveseria, en mi ciudad Sabadell, y siguiendo la tradición había que ir a probar "La Vella Creu Alta", su estupendo barley wine (¡tanto como para hacerlo "tradicional" en su segunda entrega!), sin hacerle ascos tampoco a su Doble IPA (IPA "y media" más bien, pero igualmente buena buenísima), y de paso probar la ganadora del certamen local de cerveza casera, la DoppelBock "Chalicator" (confirmado: en Sabadell hay futuro, incluso a pesar de cierto vídeo que circula por la red).

Bonus Track: acabar la fiesta trasnochada con los señores G. y T. en el Sabadebidoo compartiendo una Kastel Donker, una Rochefort 10 y una Flying Dog Gonzo... bueno y una Samichlaus en tiempo de descuento.

Muy pocos días antes, Fiesta Mayor de Sabadell, que ya nunca más será la misma sin los tiradores en la calle de Moixeró, con la cerveza de la casa "La Tossa 2.537" y la "Bitter FM" de la "Micro", dos de los buques insignia de Sabadell (con permiso de Nómada Brewing y de los "futuros valores"). Lástima que sólo me pude pasar un día.
Una Fiesta Mayor con cierto regusto amargo, aunque no de lúpulo. Los Castellers de Sabadell no conseguimos nuestro objetivo CON MAYÚSCULAS "A LO CERVERIANA": EL 3 DE 9 AMB FOLRE, que se quedó en intento. Fue una gran pena, en parte porque había muchísimo trabajo y ilusión colectiva detrás, y en parte porque la celebración hubiera incluido abrir alguna de mis Westvleteren más añejas y otros caldos quizá menos nobles en cantidades... quizá menos nobles...

30 de Agosto: Sant Félix. Un día que cada año me tomo de vacaciones para bajar a Vilafranca a ver grandes "castells". Este año hemos visto la que hasta ahora se puede considerar la mejor actuación de la historia. ¡INCREIBLE!. ¡ACOJ... INCREIBLE!
Por la noche y para celebrarlo (después de nuestro propio ensayo "casteller") el buen amigo Pere nos prepara el mejor botellón de la historia: neverita con hielo (en su justa medida) albergando Dupont Moinette, Brasserie des Rocs Montagnarde, Westmalle Tripel, Achel Bruin (hasta aquí todo en 75cl) y de postres ¡una Westvleteren 12!
Un surtido digno de cualquier #FFdA.

De finales de Julio a mitad de Agosto. Días de relax y piscina en mi pueblecito en Huesca, disfrutando de placeres sencillos... como la Ambar 1900 y la Export. Descubrimiento de la gallega 1906 Red Vintage "La Colorada", una cerveza que va a poblar mi nevera a la que encuentre un sitio cerca de casa donde la vendan. Mi hallazgo comercial de este verano, aunque con sus 8º no va a sentar nada mal en invierno.

Como casi todos los años, obligada visita a las Fiestas de San Lorenzo en Huesca donde por fin he podido visitar "L'Artesana", una bonita cervecería con las paredes estampadas casi íntegramente de infografías y anecdotario cervecero. Me fastidió sobremanera no poder estrenar el "untappd" con su divertida y refrescante "biera" San Lorien, colaboración de los oscenses con la madrileña Cibeles: ¡Albahaca's Dry Hop! Como dice la Ronda de Boltaña: "Si huele a albahaca es fiesta en el alto Aragóooooooooon".

Segunda quincena de Julio. Por motivos profesionales me mandan tres días al exilio holandés, a la central en Weesp. Que mal lo he pasado sin encontrar en ninguna parte las nacionales De Molen o t'Ij, aunque me he vengado con sus vecinas belgas Westmalle, Palm, de Koninck, etc. No todo va a ser trabajar, ¿no?
Para salvar al país, un grato descubrimiento:  la cerveza local  Wispe, que se deja beber muy pero que muy bien.


(Para muestra de lo mal que lo paso: Westmalle dubbel combinando a la perfección con un guiso de jabalí en salsa de mostaza, y la carta de cervezas de mi hotelillo)

Casi se me olvida. El 6 de Julio los Castellers de Sabadell fuimos invitados al aniversario de los Castellers de Sans, en la barcelonina plaça de Osca, donde en el número 4 se encuentra el Homo Sibaris. Por supuesto unos cuantos terminamos la actuación allí dentro, y aunque no recuerdo muy bien que barriles probamos (quizá todos), la cosa acabó subida de grado con una Flying Dog Horn Dog, y un megacañón de la muerte: la Brewdog Tokio (garnatxa pura!).



San Juan. Este año celebramos la tradicional verbena (y de paso el resto del puente) en compañía de algunos amigos, en familia, o más bien familias, familias de amigos... bueno, que nos juntamos unos 30 como quien no quiere la cosa.
Salgo del trabajo y mientras voy a esperar a mi mujer y mis hijas en la estación de tren de Manresa me desvío ligeramente a "la taverna del senyor gat", antes "beer center" y actualmente "la panxa del bou". Mientras me compro las cervecitas de la primera cena (que sera en "petit comité") cae una Naparbier Sai, casi del tirón. ¡Buen inicio de verano, pardiez! Entre las elegidas para la noche, una Zombier Eva en homenaje a mi costilla (que me acabaré bebiendo yo también, al ser demasiado lupulosa para el paladar de mi señora, que en cambio se fundió sin pestañear una Pirata Mayo 15:37 que las Saison sí que le van) y una espectacular Struise Pannepot que le tenía muchas ganas y que disfruté cual cosaco y no veo el momento de repetir (¡o pillar la reserva añeja!).
Para la segunda noche, ya con todo el grupo reunido, nuestro amigo Pere aparece con unas botellitas de esas belgas de 75cl. que tanto le gusta compartir... ¡y a nosotros con él!

Mediados de Junio, en el curro esperando el momento de...

Espera, espera, espeeeera. ¡Que me he pasado rebobinando!

- ¿Qué es rebobinar?
- ¡Cállate niñato, que me estropeas la entrada!

Ahora sí, llegamos a donde quería.
STOP.
PLAY.

¡Empieza el verano!

lunes, 10 de junio de 2013

#FFdA 3.0 (Finde Fondo de Armario - ahora sí: las cervezas)

Después de ver que al menos una persona ha leído la entrada anterior, y que aparentemente se ha quedado con las ganas de saber que botellas he abierto, voy a satisfacer su curiosidad.

En las anteriores ediciones, mi #FFdA empezaba en viernes, pero en esta ocasión no ha sido posible.
Es el problema que tiene cuando estás encerrado en un bar con los amigotes por culpa de la lluvia...
(y menos mal que en el local de mi colla castellera acostumbra a haber Leffe, Grimbergen, Hoegaarden, Art y alguna cosilla más).

O sea que la cosa en sí empezó el sábado, y por cierto ese mismo día se celebraba en Sabadell un evento al que tenía que asistir por todos los medios: el tercer aniversario de Moixeró (y inaguración de Eat Me Alice).

Moixeró es una de las catedrales del vicio en Sabadell (C/Advocat Cirera 28), proveedores de mi armario cervecero (no tanto como me gustaría) y promotores de la cultura cervecera donde los haya. Su mayor defecto es no haber aparecido antes, cuando yo tenía más dinero y menos obligaciones y canas.
Para más información, el señor Birraire les hizo una reseña muy chula que podéis leer aquí.
(Joan, tienes que volver aunque sólo sea para probar los pastelillos, que están de la muerte y no sólo de cerveza vive el hombre)

Sí, ya sé que una tienda no es un armario, pero el blog es mío y hago con el lo que quiero. No creo que os importe mucho que hable de cervezas antes de hablar de cervezas, ¿no?

Aunque menos rato del que me hubiera gustado, me pude pasar a saludar y felicitar a Ramon y compañía.
Y como Ramon se encontraba parapetado al lado de un par de tiradores de cerveza nos vimos obligados a probar su contenido. ¡Que dura es la vida de la gente curiosa!

La primera cerveza del día pues fue una Birra 08 Barceloneta "dopada".
La palabra dopada apuntaba directamente a "más lúpulo", como sospechaba. Muy sabrosa, el "toque extra" le daba unos aires como de fruta tropical que no supimos acabar de definir, y sólo coincidimos dos opiniones en que tenía un toque ácido como la piña, pero sin la parte dulzarrona. Como nunca los gustos coinciden, mi señora que és menos afín a lo amargo se queda con la versión "en botella".

En la segunda ronda, nos recreamos con la creación personal de Ramon: La Tossa 2.537.
En esta versión de la ya clásica sabadellense, se impone más el carácter "Ipero" del autor, aunque sigue siendo una cerveza redonda con mucho cuerpo. ¡Bien por Ramon! Como nota de cata exótica, mi mujer le ha encontrado siempre un toque como a Brie o Camemebert "muy curado", broma recurrente en nuestras visitas.

Con gran pesar abandoné la celebración, pero aún pude aprovechar para comprar un par de botellitas, para reponer las que iban a caer luego en casa.


Ahora sí: las cervezas del #FFdA propiamente dicho

Aunque en este blog hablo a veces de mi señora esposa, santa madre de mis hijas y divina paciencia que me soporta, nunca ha tenido un gran papel ni se ha hecho famosa como la "Yaya Birraire", así que se me ocurrió durante la cena darle un poco de protagonismo en este #FFdA.

Cuando conocí a Eva, decía que no le gustaba la cerveza. Después de nuestro noviazgo y especialmente de un viaje a Bélgica pasó a decir que lo que no le gustaba era la Estrella Damm. En este viaje se aficionó a un par de estilos: las "witbier" y las "vlaams rood" (red ales flamencas), y de estas últimas iba a ir el tema.

Así que curiosamente aparecieron en la mesa una Rodenbach Grand Cru y una Duchese de Borgogne, ambas a la vez, con la sana intención de que mi mujer hiciera por una vez una pequeña cata comparada.

La verdad es que se lo puse difícil, pues las dos se parecen mucho, y una cena con dos niñas de 8 y 10 años no es el mejor momento de tranquilidad para una cata concienzuda, pero aún así la cosa fue bastante bien.
La Duchese salió ligeramente mejor valorada por tener un puntito mayor de dulzor, mientras que la Rodenbach la encontró algo más ácida. Eso no quita que le gusten muchísimo las dos, así que mi próximo amigo que suba a Bélgica tendrá que traerme algunos "6-pack", que yo tampoco les hago ningún asco y me encanta ese toquecito un poco de vino y un poco de vinagre.

Después de quedarme yo solito, con mis horarios de buho trasnochado, saqué artillería más pesada.
De entrada una cerveza que me trajeron sus majestades los Reyes Magos de Oriente (también clientes de Moixeró, parece ser): la IPA de Snake Dog.


Además de tener una deuda pendiente con esta marca americana, de la que tenía muy buenas referencias, me apetecía un cambio de registro, algo con más grado y más amargor. Así que un gran acierto de Sus Majestades, que ya saben que el lúpulo corre por mis venas.

Una cerveza con cuerpo, espuma elegante y un aroma penetrante de lúpulo con toquecitos de limón.
Muy cálida en boca, la malta sale a pasear un rato cuando el lúpulo te deja un respiro, sobre todo hacia el fondo de la copa.

Decididamente y para mi gusto, sus siglas significan: Im Presion Ante.

Y puestos a acabar de pagar mi deuda con los USA, y para hacer la cata un poco temática, apareció también una hermana de esta joyita: la Gonzo Imperial Porter, también de Flying Dog.


Muy, muy buenas sensaciones para una cerveza de un estilo que no frecuento, al que me empecé a aficionar en el #BBF13, pero al que le voy cogiendo el gustillo.

Malta quasi-omnipresente, entre pan tostado y "pastilla juanola". Me sorprendo que en esta cerveza el marcado tono a regaliz me guste en vez de molestarme, y probablemente la diferencia se deba al subido perfil alcohólico de este cañón.

Ha venido a mi memoria un anuncio viejuno de la tónica Finley, "sabor dulcemente amargo", pues sin quedar escondidos tras el dulzor esta cerveza se permite el lujo de tener unos toques lupulosos fantásticos a mi parecer, especialmente en un larguísimo retroaroma.

Con esta cerveza densa y espesa, de trago espaciado como me gustan cuando me puedo permitir un rato de tranquilidad, me he permito estirarla durante una hora larga, cosa que no me sucede todos los días, así que me veré gratamente obligado a repetirla en más de una ocasión.

Así acaba el sábado pero me gustaría comentar que dormí como los ángeles y me desperté fresco como una rosa, cosas las dos que también debo reconocer como virtudes de las cervezas en cuestión.


Domingo noche. El descanso del guerrero

Para matar un fin de semana agotador, entre actividades familiares y infantiles, nada mejor que una cerveza.

Como ya comenté en su día, preparando la cena de nochevieja aparecieron unas botella#FAVQEPDRDLC de las que disfruté como un gorrino. Pero una de esas botellas se quedó sin abrir...

No me he atrevido a hacerle pasar el calor estival, pobrecita mía, así que era un buen día para abrirla.
Tampoco era plan de que se estropeara, ¿verdad?

Así que para disfrute mío y envidia de otros, señoras y caballeros les presento a...
(redoble de tamborrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr, ¡plato!)

Cantillon Gueuze 1995




Se la dedico en especial a esos lectores que sólo entran aquí porque les gusta sufrir.
MuaahahahhaHAHAHAHA (risa de malo).

Aunque amenazaba ruina inicialmente, gran satisfacción al salir el corcho casi de una pieza, aguantado el tipo pese a su longeva edad. Ennegrecido por fuera, seco sequísimo, pero sólo ha dejado caer unos trocitos de nada.

Después de su largo cautiverio en botella, el líquido ha salido como era de esperar sin nada de espuma. En vaso ha quedado con un color meloso muy bonito.
Como sus hermanas más jóvenes, o quizá hasta más, muy muy ácida en boca, con predominio de vinagre de vino "de mi tío Tomás" y hasta limón puro. Un poquito de sidra entre el tacto en boca astringente y el regusto final un pelín dulzón sin llegar a empalagoso.

Aunque mi mujer siga sin entender como me puede gustar esta cerveza, especialmente oliendo como huele, yo no puedo dejar de sentirme enamorado de este tremendo caldo, y de llorar su pérdida y el hueco que dejará para siempre en el fondo (ahora sí) de mi armario.

domingo, 9 de junio de 2013

#FFdA 3.0 (Finde Fondo de Armario - otro regreso más y las culpas al de costumbre)

Saludos a todos de nuevo.

Como podéis ver me he vuelto a tomar una pausa larga entre una entrada y la siguiente.

No os voy a llorar mis penas porque no es ese el objetivo de este blog, así que vamos a centrarnos en las cervezas, que es lo que estáis esperando.

Bueno, va. Os contaré una de mis penas, porque sí viene al caso.
Después de currármelo un montón convenciendo a la familia, y haciendo malabares con mi agenda para dejar un huequecito, la lluvia me desmontó el plan.y me perdí el Birrasana de Blanes. Buaaaaaa.

Hala, ya me he desahogado un poco, y puedo volver al tema.

Como muchos sabéis, un par de veces al año uno de nuestros blogs de referencia, Birraire.com, organiza la #FFdA (Finde Fondo de Armario).
Como me gusta la primera definición que publiqué en la primera edición, pues la repito y me quedo tan ancho:

Se trata de reunir al máximo número de cerveceros locos abriendo armarios arcanos donde acumulan gloria bendita ciertas cervezas, con la esperanza de ser abiertas en ocasiones memorables.

Con el paso de las ediciones le hemos cogido cariño al evento. Ya en la primera edición me vi obligado a crear este blog para poder participar (vease las culpas se las echáis al birraire), después de un periodo de inactividad llegó el 2º #FFdA y volvimos a las andadas (véase Las Culpas se las volvéis a echar al Birraire), y ahora llega el 3er #FFdA y he pensado... si no le echo las culpas al Joan se enfadará, y tampoco es plan de romper estas bonitas tradiciones, así que... ¡las culpas al de costumbre!

Y ya llegados a este punto, os voy a enseñar una tontería que a mí personalmente me hace mucha ilusión.

Desde que empecé a acumular ciertas cervezas en casa de mi santo padre, y después bajo el manto de la paciencia infinita de mi señora esposa, nunca las he podido tener en algo que se pudiera llamar armario.
Así que mis anteriores participaciones en el #FFdA tendrían que haberse llamado algo así como "#FAVQEPDRDLC" (Finde A Ver Que Encuentro Por Diferentes Rincones De La Casa), que como nombre no hubiera triunfado (y como hashtag menos, que ya casi ni deja sitio a escribir nada).

Y como a la tercera va la vencida, os presento a mi particular estrella del #FFdA.



¡Por fin tengo un armario cervecero! ¡Por fin puedo usar el hashtag #FFdA sin hacer trampas!

Después de mucho buscar y sin encontrar nada que me convenciera o que me cupiera en mi despacho, al final la casualidad me puso esta joya en una tienda en liquidación a 2 manzanas de casa, y barato barato.
Caben cuatro cajas de las de plástico de toda la vida, más algunas botellas sueltas. No hay problema con las botellas de 75cl que caben fantásticamente en la parte de abajo.

Y como en lo que a mí respecta semejante evento se merece su propio espacio, voy a acabar esta entrada aquí mismo y de las cervezas hablaré en la siguiente.

martes, 12 de marzo de 2013

20 cervezas de amor y una estrella desesperada (2ª entrega de la crónica del #BBF13)

Después de la traumática experiencia del 2012, en que me bebí enterita la lista de cervezas que llevaba preparada de casa (el papel, quiero decir), este año no llevaba nada demasiado preparado.

Eso sí, me había repasado las listas de Birraire (I: Pepinos y II: Pepinillos, digooo Anticrisis), de Catas Cerveceras y comentarios y notas de cata de algunas cervezas a priori candidatas.

¿Y todo para qué? ¡Para improvisar, por supuesto!


Bienvenido, mister H.

El señor H. y yo llegamos al Arena BBF stadium (ver entrada anterior) con sed... ¡pero no pensábamos que tanta!

El señor H. no es un loco de la cerveza, como la mayoría de la gente que va a leer esto, pero es un respetable aficionado al líquido sagrado, con la suficiente curiosidad para querer probar cosas nuevas y con una idea clara de qué le gusta más y qué le gusta menos.

No me costó mucho convencerle para que se apuntase a la aventura. Tampoco le pareció mal mi plan de compartir las cervezas, para probar el doble de brebajes. El señor H. dejó en mis manos la elección de la mayoría de los caldos y yo a cambio intenté equilibrar el repertorio adaptándolo también a sus gustos.

A continuación la lista aparentemente exhaustiva de lo que probamos. Aunque tengo la sospecha de que faltan dos, no las voy a poner en ningún lado salvo en el título de la entrada por motivos estéticos.

Primera ronda:
49. Cantillon Iris (Lambic - Unblended ABV 5%)
127. Dougall's Leyenda (Special Bitter ABV 5,8%)


Empezamos bien el día con dos cervezotes, buscando una graduación baja que quedaba mucho día por delante.

Ver una Cantillon en la pizarra inicial y tenerla en el vaso. ¿Para qué tanta lista si el cuerpo me la pide?
Si alguien ha leído alguna entrada anterior de este blog (y si no, aún está a tiempo) sabrá de mi afición a descorchar una Gueuze de Cantillon cada año por nochevieja (memorable la última). Introducción del señor H. en el maravilloso mundo de los lámbics.

De Dougall's no hace falta hablar mucho, que ya se ha dicho todo. Descubrí la 942 en el Birrasan de Blanes, y me llevé algunas a casa con gran alegría. Baste decir que es la cerveza que abrí para celebrar mi último cumpleaños (por lo tremenda que está y de paso por el 42). La elección de la Leyenda no fue nada inocente, ya que se trataba de empezar a preparar al Señor H. para alguna oleada lupulosa que vendría más tarde.


Segunda Ronda:
7. Aktien Urbayrisch Dunkel (Dunkel lager ABV 5,1%)
44. Birrificio del Ducato New Morning (Saison ABV 5,8%)


Seguimos con graduaciones moderadas, y mucha curiosidad.

Por un lado interpretación italiana de una Saison belga, un estilo que me chifla, con ingredientes originales y una colección de sabores divertidos que se complementan muy bien. Uno de los descubrimientos del día. Me trajo a la memoria otro de mis descubrimientos del pasado Birrasana: la Moon Verata.

Por otro lado una lager negra. Un estilo que no acostumbro a frecuentar, excepto por la Köstritzer, aunque las dos cervezas son muy diferentes. La Aktien es muy ligera en boca, donde deja un muy agradable gusto de chocolate a la taza pero más suave. Como una leche con colacao, pero menos cremosa. Me dieron ganas de pedir unos churros con gas para completar un desayuno de muy muy buen rollito.


Tercera Ronda:
93. Segarreta Ginger Beer (Espècialty Ale ABV 6,5%)
157. Het Nest Turnhoutste Patriot (Saison ABV 6,5%)

Pues no lo estaremos haciendo tan mal, cuando en la tercera ya nos apetece repetir conceptos.
Por culpa de los birrificios, nos apuntamos a la Segarreta. La verdad es que entra muy bien, aunque a nuestro gusto (y también por culpa birrificia) se nos quedó algo corta de gengibre. Habrá que darle una segunda oportunidad "en seco".

Turnhout es una de ciudad belga en la que no he estado, cosa que me gustaría remediar. Empezaremos la visita virtualmente con una cerveza conmemorativa, que se convirtió en alegórica. Saison típica belga, pero "liberada" por las tropas americanas de lúpulos inclementes. Muy buena.


Cuarta Ronda:
46. Lluna's Happy Trip (Tripel ABV 7,5%)
303. Hof Ten Dormaal Barrel-aged Project: 
No. 7 Grappa (
Belgian Ale BA ABV 12%
)

Cambio de tercio. Subimos de grado.

La Lluna's no estaba en mi quiniela, pero apareció en un momento en que nos pusimos de acuerdo en buscar cervezas más fuertes, coincidiendo con un momento en que apenas las había, o eran negras cual tizones del infierno o amargas cual recorte presupuestario (y aún sin tener al señor H. preparado para ello).
Tirando más de lúpulo que las originales tripel belgas, me pareció correcta y original, pero la cabra tira al monte, y yo volveré a mis clásicas.

Otra de las cervezas a destacar del certamen. Con un número que se caía fuera del catálogo impreso, nos dejó unas sensaciones fantásticas. Un ale muy generoso de alcohol pero sin ser ofensivo, que deja una agradable calidez y un aroma muy nítido y largo de grappa blanca. Muy recomendable me dejó con ganas de probar alguna de sus hermanas.


Quinta Ronda:
47. Cantillon Gueuze-Lambic Bio (
Gueuze ABV 5%)
199. Lervig Konrad Stout
 (
Russian Imperial Stout ABV 10,4%)

Dos huídas en sentido contrario

El señor H. se apunta a revisar el lambic de primera ronda, en una de sus versiones más clásicas y celebradas, y por supuesto que no voy a permitirle que se beba esta joya él solito. ¡Que ganas tengo de poder volver visitar la Brasserie de Anderlecht!

Por mi lado, aprovecho para huir hacia adelante, hacia terreno desconocido. La magnitud de la primera gran cola del día me inclina hacia este brebaje oscuro, alcohólico y dulce a morir. Me sumerjo profundamente en el caramelo del flan, el "cremat" de la crema catalana y el fantástico turrón guirlache de mi tía Montse. Me sumerjo tanto que el señor H. decide ir a perpetrar la sexta ronda en solitario.
(Corrijo: quizá la primera gran cola del día fuera en el tirador de Art Coure, lo que me satisface mucho ya que siempre me ha parecido una cerveza excepcional y diferente y siempre tengo alguna por casa.)


Sexta Ronda:
107. Origen 1905 (
3b Märzen ABV 5,2%)

Si hombre, que te la vas a beber tu toda...

Fácil de beber así que al señor H. le costó despacharla bien poco. Presente el malta para lo suave que es la cervecita. 


Séptima Ronda:
20. Anderson Valley Hop Ottin' IPA (
IPA ABV 7% IBU 86)
69. 
BROUWERIJ'T IJ Columbus Bio (
Belgian Strong Ale ABV 9%)

Lúpulo o lúpulo.

Hop Ottin'. Otra larga cola que vale la pena hacer visto el claro reclamo en el catálogo a los "enfermos del lúpulo" entre los que me encuentro. La espera vale la pena y el amaaargo hechizo nos embriaga de forma fulminante. ¡Yeah!

Previamente en la cola, y para preparar al señor H. para el mundo IBU, nos apretamos la Columbus Bio. Otro desembarco de lúpulos aliados, esta vez con artillería alcohólica. La mejor carta de presentación que podía hacerme esta marca holandesa, hasta ahora desconocida para mí. Me ayudó a pasar mejor el mono de De Molen que costará que le perdone a la organización.


Octava Ronda:
62. Brewdog Hello! My name is Ingrid (Imperial doble IPA ABV 8,2%)
182. Troublette (Belgian White ABV 5,5%)

De una cola pasamos a otra.

Por fin una de las cervezas con la que había fantaseado en mis listas mentales, y con la que no contaba pues sabía que la habían pinchado ya el viernes. Brewdog es para mí sinónimo de placer, y con una cerveza de nombre tan sugerente me vuelvo a poner en la cola. Con el primer trago se me caen los... papeles al suelo. Me dejo estar de anotaciones y leches y disfruto como un enano. Concierto de monosílabos y sonidos guturales. Como me llegan comentarios libidinosos de quien la pudo disfrutar también el domingo, por mi parte declaro esta cerveza una de las grandes del certamen (las que quieran optar a compartir el título han de ser enviadas a mi domicilio particular).

El hecho de contar con dos vasos nos permitió hacer la cola con otra divertida cerveza, la Troublette.
Una macedonia muy gustosa, de trago largo y fácil, a la que le debo una cata con el paladar más despejado.


Novena Ronda:
260. SLAAPMUTSKE Hop Collection (Challenger) (
Ale belga ABV 10%)
298. Guinea pigs! Flow Ipaporter (Black Ipa/Imperial Porter (english strong ale) ABV 8,5%)

¡Que salgan los monstruos en fila india!

Bélgica se rearma y nos manda un pedazo de cerveza que, aunque llevamos el alcohol muy bien puesto y no hemos dicho tonterías muy grandes, ya no estamos capacitados para diseccionar. Nos parece buena, muy buena. Se la dedico a Filip, que en un día memorable hace unos añitos me regalo una cajita de winterbier de la que aún me queda alguna. Gezondheid!

Todo el mundo habla de Yria, y servidor sin probar nada de nada. ¡Por fin! IPA + Porter significaba que me iba a gustar por lo menos por dos lados y así fue. Por dos, tres, cuatro o dieciseis lados, ¡yo qué sé! Tentado de poner en infusión a las cobayas de mis hijas al llegar a casa. Con ganas de repetirla y probar el resto del catálogo toledano (aún me tocará ir allá, y cargar de paso unas Domus).


Décima Ronda:
65. Brewdog I Hardcore you (Imperial IPA  ABV 9,5%)

Traca final. Muerte y destrucción. Exterminio masivo. Sayonara Baby. Pa' habernos matao Paco.

Sacando petróleo de las últimas fichas, aprovechamos que la organización se piensa que nos hemos marchado y sacan las cervezas que tenían escondidas. Brewdog + Mikeller, casi nada... No me puedo imaginar lo que sacarán en la noche, pero tampoco me preocupa demasiado. Ahora mismo soy feliz aunque nos hayamos bebido la última ficha.

Salimos por la puerta grande, ante la envidia de los congregados en la gran cola de entrada. Debería estar sonando el "Mesías de Haendel" o por lo menos "Love Comes Walking In" de Van Halen, pero en cambio  "Opa yo viase un corral" vaticinaba el castigo que nos esperaba a los pecadores.

 
Penitencia Final:
0. Estrella Damm (pils deleznabilis - lager rillero)

Saliendo del recinto nos invade el hambre que durante unas horas hemos engañado con quesos asturianos, empanadas y cocas de escalivada (y alguna cerveza creo recordar). El señor H., antiguo aborigen del barrio, me conduce al frankfurt de muchas juergas de su juventud. 

Como la sobrasada con queso no pega con el vichy, el cacaolat ni el zumo de melocotón, pedimos  sucedáneo de cerveza: la clásica e infame Damm de toda la vida. Si en condiciones normales no me gusta, imaginaos después de trasegar todo lo anterior.

Allí se quedó casi toda, demostrando que el bien siempre triunfa sobre el mal.
¡¡¡HASTA EL AÑO QUE VIENE BBF!!!

lunes, 11 de marzo de 2013

Barcelona Beer Festival 2013 (#BBF13): Mi visión del evento

Durante este fin de semana se ha celebrado en Barcelona el 2º Barcelona Beer Festival (#BBF13).
Un festival cervecero que, a pesar de estar tan sólo en su segunda edición, ya queda claro que viene para quedarse, y del que espero ya desde ahora su tercera entrega.


La venganza de la primera edición

Un año después de la primera edición, en la que sólo pude ver la puerta y por el lado de fuera, servidor de ustedes tenía planificado que semejante catástrofe no podía volver a suceder.
Afortunadamente este año he podido entrar y, como sé que la organización no lo hizo en su día con mala intención sino que murieron de éxito, de todo corazón les perdono (aunque yo aceptaría gustosamente unas cervecitas de desagravio, claro está).


Sincronicemos relojes

Mis compromisos y mi economía sólo me permitían asistir a uno de los tres días, y elegí el sábado. El viernes tenía ensayo de castellers, que es otra de mis religiones, y era mejor tener el domingo libre para conseguir el perdón familiar, así que decir que elegí yo es un eufemismo.

Habíamos quedado con los amigos que el viernes decidiríamos el plan, pero yo ya tenía muy claro que a las 11 en la puerta, y el que no pues nos veíamos dentro si tenía suerte.
Al final hubo bajas por enfermedad, compromisos sociales, pereza y otros varios (algún asustado por no poder entrar incluso), y gente que decidió que mejor el domingo, conque quedamos el señor H y yo.


Madrugar para beber cerveza: El concepto

Como sobreviviente a cierto tipo de eventos alcohólicos de resistencia, como las Fiestas de San Lorenzo de Huesca (cada año, mientras fui joven y soltero), sabía que había que ir preparado en cuerpo y alma, así que le preparé unos huevos fritos para el cuerpo, aprovechando el aceite de freír la longaniza que le regalé al alma. Decidí sacrificar el tradicional acompañamiento de melocotón con vino, que aparte de no ser época, no convenía mezclar ni empezar a beber a las 8 de la mañana.


Vale, me dejo de rollos y empiezo a hablar del festival

El señor H y yo llegamos al sitio en cuestión con 5 minutos de adelanto sobre el horario previsto (hecho increíble para dos padres de familia). Sin cola para entrar, ni para pedir las primeras rondas. Fantástico.




Tal y como entramos vamos directos a recoger copa, guía y fichas. Todo ello mereció nuestra aprobación. Bonito logo en la copa (una media pinta clásica, con algún centilitro extra según la guía y los entendidos). Una guía bien editada (al menos para mi gusto) y útil a la postre, en catalán, castellano e inglés. Para las fichas adaptaré una frase que he visto por el twitter: “te sientes como en un casino, en el que siempre ganas”.


La cuadratura del círculo

Un acierto de local. El Arena BBF stadium tiene un buen aforo y unos buenos servicios. Esto me pareció cuando llegué y lo mantengo después de haber salido del recinto. Luz natural y buenas vistas de Barcelona en la terraza exterior. Chapeau.
Espectacular barra, en línea recta, con 50 tiradores. Un acierto ponerlos todos así con lo cual se podía hacer cola cómodamente en cualquiera de ellos. Espacio central abierto, con un lavadero para los vasos, y en el lado opuesto a la barra una línea de chiringos de comida (Mención especial a Asturias país de quesos, aunque me hayan dejado esta vez sin Gamoneu.) y otra de puestos varios: venta de fichas, merchandising y demás. Pocas mesas y sillas ninguna, por poner algún defecto, con lo que se acabaron organizando algunos campamentos sioux, sobre todo por la tarde. La comida buena, pero se echa de menos platos contundentes "para hacer de cojín".



La pizarra como show

¡Ese pedazo de pizarra!
50 cervezas, 50. Con su denominación, número de tirados y índice en el catálogo.
Vaya mi pequeño homenaje a los encargados de mantener la pizarra, cambiar cada línea al acabarse el barril, tocar la campana y provocar el grito entusiasta de los congregados al descubrir el nuevo caldo a probar. Un acierto que ha de mantenerse en todas las ediciones (como mucho, pasarla a digital, pero pienso que le quitaría parte de la gracia).


20 cervezas de amor y una estrella desesperada

La maratón cervecera la publicaré aparte, que esta entrada ya me ha quedado largo de narices.
Pero vaya por adelantado que he bebido mucho y lo he disfrutado todo.


Y como es de bien nacidos ser agradecidos...

Mis felicitaciones a la organización, incondicionales y desinteresadas (aunque como ya he dejado claro antes, acepto cervezas por motivos variados).


Gracias por traernos estos maravillosos caldos, y permitirnos disfrutarlos en buena compañía y un ambiente más que adecuado. Si hay un Dios, os lo pagará por dar de beber al sediento y si no, que nos quiten lo bebido.


Espero que vosotros también lo hayáis disfrutado, al menos tanto como para organizar la edición del año que viene. ¡Salud!

miércoles, 27 de febrero de 2013

Hackeando IKEA


Esta entrada va a tratar sobre una chapuza que se me acaba de ocurrir y que además me ha quedado bien y todo. Según mi santa esposa es una “frikada”, pero como el público que se asoma por aquí es mayoritariamente "friki", sector cerveza, pues ahí lo dejo.

A todos nos ha pasado

Estás en la taberna “X” (especialidad callos, boquerones y tapeo variado) donde resulta que, por alguna de aquellas maravillosas casualidades de la vida, tienen en stock una fantástica cerveza artesana austrohúngara,  que tu radar detecta de manera aparentemente casual (aunque tú sabes que es el resultado de años de entreno y perfeccionamiento).

Por supuesto que vas y pides esa increible cerveza "Y", utilizando tantas pronunciaciones diferentes como sea necesario hasta conseguir que el camarero diga: “Aaah, la cerveza rara esa de ahí” (acostumbra a funcionar el inglés de orquesta de pueblo, o pedir directamente “la cerveza rara esa de ahí”).

Como te despistes un poco imaginándote lo bien que va a maridar la cerveza con esos callos caldosos con garbanzos, bicho, y taquitos de jamón, ñam, ñam, que rico... te la intentarán servir en vaso de tubo, plástico o vete tu a saber que recipiente curioso. ¡Y a veces incluso lo consiguen!

La solución a este problema parece fácil: “a partir de ahora me llevo una copa en el coche”...
Pero ¿cómo?


Bricolaje cutre del malo

A continuación, y después de esta licencia que me he permitido para entretenerme un rato, os explicaré un facilísimo montaje, casi merecedor de una entradilla en IKEA hackers.


Resulta que en mi cocina tengo unas lámparas de cierta multinacional de mobiliario sueco (una cualquiera, no se trata de hacer publicidad). Cosas que pasan, de tanto en cuando se funden las bombillas y tengo que comprar recambios.



¿Que curioso tamaño tienen estas cajitas de cartón, verdad?. Algo así como... como... como el de las copas cáliz, por poner un ejemplo aleatorio, ¿no?



. Y fíjate que original sistema utilizan para asegurar la parte redonda de la bombilla... me parece a mí que lo podríamos utilizar para otra cosa...



Pero no todo iba a ser perfecto, habrá que hacer algún invento porque tal cual la copa no acaba de entrar.



Parece ser que la culpa la tiene la tapita del fondo, que nos hace perder unos pocos centímetros, así que la sacamos.



Y sencillamente la montamos al revés. La copa no caerá al estar el pie sujeto en el otro extremo.



Aunque la copa ya está razonablemente sujeta, no está de más proporcionar algún elemento extra de protección. A mí se me ha ocurrido utilizar papel de cocina, que es barato y puede tener un uso extra después de utilizar la copa: secante y servilleta.


Como extras, en el tapón podemos llevar algunos posavasos, que también tendrían su función protectora, y encontrando el modelo adecuado se podría utilizar el espacio vacío alrededor del tallo para llevar algún abrebotellas, sacacorchos, etc.

Espero que a alguien le sea útil.

lunes, 14 de enero de 2013

1er concurso Homebrewer El Jardín del Lúpulo

Esta entrada me hace particular ilusión, aunque por el retraso con que la escribo podría parecer lo contrario.

Por primera vez desde que perpetro este blog, escribo una entrada no porque me apetezca contar algo (que también), sino porque alguien cree que esto puede servir para difundir un evento, en este caso un concurso de cervezas caseras.

¡Tenemos culpable nuevo, así que por mí que no quede!



El Jardín del Lúpulo es un blog cervecero al que éste el mío se querría parecer de mayor. Un blog de referencia en el mundillo, consolidado y con mucho seguimiento. Y esto no es porque lo diga yo (que también) sino que salta a simple vista.

Y si no a los hechos me remito. Que levante la mano quien en su aniversario, en vez de pagar las cervezas las recibe, gratis, de calidad, en grandes cantidades... ¡y por partida doble! (concursantes y patrocinadores). Que envidia, ¿verdad?

Bromas aparte, y copiando a los organizadores, que encima que no me pagan no voy a escribirlo todo yo:

"Se trata de un concurso de cerveza casera, con elaboración sin extractos y estilo libre, con tres grandes categorías en función del origen del estilo de la cerveza. En cada categoría se elegirá un finalista y entre los tres finalistas, un ganador absoluto."

Como supongo que la frase anterior no será todavía motivo suficiente para que nadie presente una cerveza al concurso, copiaré también la frase relacionada con los premios:

"Los premios [...] son: Un primer premio de “Mejor Cerveza” con Trofeo y un Pack de 12 cervezas Internacionales especialmente elegidas, 2 jarras y un pack de lúpulos americanos; y dos premios para los otros dos finalistas, con Trofeo y un Pack de lúpulos americanos. Aparte, diplomas para estos tres y para las 2ª y 3ª mejor cerveza de cada categoría."

La frase entre corchetes tiene que ver con el patrocinador del evento y suministrador de los premios, al que deseo mucha suerte en su aventura comercial, pero al que no conozco ni me conoce, ni me ha mandado lote de Navidad (bueeeno, vaaa. Los curiosos que procedan a leer el cartel, abajo a mano izquierda).

El plazo del concurso es hasta el 15 de febrero, y si algún participante no llega a tiempo al plazo o no sabe que hacer con el excedente después de embotellar, pues aquí tiene a un servidor que hará mucho aprecio a su estimado producto. 

Por supuesto, este ofrecimiento es extensivo a los patrocinadores, y organizadores, que igual son muchas cervezas a probar y hacen falta bocas o... yo qué sé 

¡cualquier excusa es buena para enviarme unas cervezas!, ¿no?

sábado, 5 de enero de 2013

¡Feliz año nuevo! ¡Feliz año viejo! (#MCN2012)

Algunas personas que me conocen, en su mayoría cerveceros locos, saben de mi afición por celebrar la entrada de año con una Cantillon.

Esta costumbre se remonta ya a mediados de los noventa, y milagrosamente he podido repetirla de forma casi interrumpida desde entonces. Esto no hubiera sido posible muchos años sin la colaboración de mis amigos Pere y Rik, así que vaya mi primer brindis virtual del año por ellos. ¡Gezondheid!

Debido a reformas en mi pequeño despacho, este año casi ha peligrado mi antigua costumbre.
Mis botellas de Cantillon Bio están casi inaccesibles, y el día 31 de Diciembre me vi en la obligación de intentar acceder a ellas de forma diferente a la habitual.

Bendita coincidencia.

Mi primera prospección "al tacto" finalizó 5 segundos después de empezar, al encontrar una botella de un tamaño poco usual: una Big Chouffe (1.5 l).

Esta cerveza también proviene de una antigua tradición de nuestro grupo de amigos. Muchos años hemos pasado la Semana Santa juntos, aportando cada uno lo que buenamente podía. Nuestro amigo Pere acostumbraba a traer parte de su pequeño arsenal cervecero, y dado el tamaño de nuestro grupo la Big Chouffe siempre le pareció una buena opción. ¡Y a nosotros también, por supuesto!

Dado que la cena de Nochevieja la celebramos con el mismo grupo de amigos (aunque ahora incluye ya señoras y criaturas de diferentes tallas), a mi también me pareció correcto volver a compartir esta botella, que incomprensiblemente sobrevivió algún año a nuestras míticas y gloriosas timbas de semanas no demasiado santas.

Yo ya sospechaba que la botella tenía algún año que otro, sobretodo visto el sitio del cual la saqué, pero mi (nuestra) sorpresa fue grande al ver la recomendación del lateral de la botella de consumir antes de ... 1998...

Big Chouffe - embotellada en Octubre de 1995
Efectivamente, como se puede apreciar en la imagen, la cosa aún era más viejuna, y el corcho desveló que fue embotellada en octubre de 1995.

¡A-co-jo-nan-te!

La botella descorchó bien, y conservaba todavía todo el gas. ¡Bien!

Intenté el viejo truco de anunciar que la cerveza estaba estropeada, pero mis colegas son supervivientes de celebraciones míticas que incluyen Chimay Grand Reserve añejas, y me enviaron con malas palabras a visitar la fábrica de Heineken.

El cervezote se encontraba en un estado excepcional y lo disfrutamos como si fuera lo último que nos íbamos a beber ese año... ¡lo cual era verdad!

Mi segundo brindis del post va por Pere, y me alegra especialmente que en esta ocasión el también estaba entre los sedientos choufferos reunidos, así que el brindis fue en vivo.


Ya comentado el digno fin que tuvo el venerado caldo de gnomo belga, volvemos a mi despacho donde yo proseguía unas horas antes en busca de una Cantillon perdida.

Mi segunda y última prospección "al tacto" de la tarde se topó con un doble cartón con asa. Entre los dos cartones 3 botellas de 75 cl... ¿Quizá esta vez sí era Cantillón?

¡Bingo!

Tres botellas tres, de Cantillon y variadas. Una Gueuze, una Kriek y una Rosé de Gambrinus.

El estado de las etiquetas presagiaba un drama, y mentalmente empecé a prepararme para lo peor, pero ahí estaban las botellas llamándome insistentemente, así que me decidí a arriesgarme.

Recordando con cariño mi primera visita al museo-cervecería de Anderlecht, elegí la Rosé de Gambrinus como candidata al primer brindis del año, y me llevé la Gueuze "de reserva" por si se torcía la cosa.

Los honores de apertura de la botella correspondieron a Pere, que también me acompañaba en su día cuando compré las botellas así que ¡quien mejor que él!.

Su pericia con el sacacorchos merece ovación y vuelta al ruedo. Los restos del corcho casi se deshicieron, pero ya fuera de la botella.

A diferencia de la anterior ocasión nada de gas, pero al escanciar apareció un poco de prometedora espuma aunque de corta duración en vaso.

El olor horroroso en general, como acostumbra en los lambics, no permitía reconocer si la cerveza era potable (en el sentido de poderse beber) o potable (en el sentido de echar la pota).

Nuestros valientes cerveceros probaron el brebaje rojizo y se encontraron con un santo vinagre de frambuesa, ácido hasta dejar la Alexander Rodenbach a la altura de la cocacola. Un gusto tan extremo nos llevó a preguntarnos si estábamos haciendo bien o nos íbamos a arrepentir a posteriori, intestinalmente hablando.
Después de una primera y corta cata, mis amigos me abandonaron en compañía de la vetusta botella, pero eso no me preocupómucho ya que me ocurre todos los años. El lambic no es una cerveza de mayorías, y en este caso añado que... ¡afortunadamente para mí!

Conforme el nivel de la botella iba bajando otros matices iban apareciendo detrás de la acidez y he de confesar que sentí una gran pena cuando la botella quedó vacía... ¡Buaaaaaaah!

Como por una feliz y asombrosa coincidencia, el culpable de la aparición de este blog también brindó por el nuevo año con una Rosé de Gambrinus, aprovecho para brindar con él al unísono. ¡Va por tí Birraire!

Pues como podéis ver, empecé y acabé el año con dos grandes cervezas.
Y así como finalicé el año 2012 brindando por un feliz año nuevo, empecé el año 2013 brindando por un feliz año bastante, bastante, bastante viejo.  ;)

Y como ya preveía que esta entrada iba a ser larga, y me iba a dar algo de sed... y antes de que se pudiera estropear una cerveza guardada tan celosamente todo este tiempo... pues otra Cantillon al canto, no sea que le de el sol y saque purpurina como los vampiros modernos.

En este ocasión la Kriek (a la derecha de la imagen), ha conservado bastante mejor el corcho que su hermana de frambuesa (a la izquierda) y como se puede leer en la foto: "Bottled in 1995". Otra que tal, y es del mismo lote que la Rosé así que ya sé de que año son las dos.

En esta ocasión la acidez ha quedado más controlada, aunque se mantiene en boca largamente. Una sidra de fruto rojo, aunque empieza más amanzanada. De color me recuerda al preciado y precioso vino clarete de mi tío Tomás, entre dorado y miel, aunque aquí se añaden unos tenues tonos rojizos. Al desaparecer la acidez en boca, viene un final seco más propio de un Gueuze, supongo que el carácter viene marcado por la edad, pero conservando ese gustillo final de la cereza cuando ya sólo queda el piñón en la boca.

Quizá sean notas de madera, o quizá mi imaginación haya volado de vuelta a la centenaria y artesana cervecería de Bruselas y a sus barriles de segunda mano, creo recordar que algunos provenientes de Domecq y Gonzalez Byass.


Releyendo por encima, creo que me ha quedado una entrada digna de un #FFDA o "Finde Fondo de Armario" aunque en esta ocasión ha sido Fin de año, no de semana. Así que tengo motivo de sobras para celebrar con cervezones sin tener que inventarme excusas (que por otro lado también son bien recibidas cuando es menester).

Y como no quisiera finalizar esta entrada, ni esta cervecísima, sin brindar con todos vosotros por un feliz año, pues ahí va mi último brindis de hoy:

¡FELIZ AÑO A TODOS! ¡QUE SEÁIS MUY FELICES Y TOMÉIS UNA CERVEZAS FABULOSAS!

PD: A última hora añado este post al evento virtual #MCN2012 (Mis Cervezas Navideñas 2012), auspiciado por Observatorio Cervecero, uno de mis blogs de referencia. ¡Perdón por el retraso! ¡Vaya despiste el mío!