martes, 12 de marzo de 2013

20 cervezas de amor y una estrella desesperada (2ª entrega de la crónica del #BBF13)

Después de la traumática experiencia del 2012, en que me bebí enterita la lista de cervezas que llevaba preparada de casa (el papel, quiero decir), este año no llevaba nada demasiado preparado.

Eso sí, me había repasado las listas de Birraire (I: Pepinos y II: Pepinillos, digooo Anticrisis), de Catas Cerveceras y comentarios y notas de cata de algunas cervezas a priori candidatas.

¿Y todo para qué? ¡Para improvisar, por supuesto!


Bienvenido, mister H.

El señor H. y yo llegamos al Arena BBF stadium (ver entrada anterior) con sed... ¡pero no pensábamos que tanta!

El señor H. no es un loco de la cerveza, como la mayoría de la gente que va a leer esto, pero es un respetable aficionado al líquido sagrado, con la suficiente curiosidad para querer probar cosas nuevas y con una idea clara de qué le gusta más y qué le gusta menos.

No me costó mucho convencerle para que se apuntase a la aventura. Tampoco le pareció mal mi plan de compartir las cervezas, para probar el doble de brebajes. El señor H. dejó en mis manos la elección de la mayoría de los caldos y yo a cambio intenté equilibrar el repertorio adaptándolo también a sus gustos.

A continuación la lista aparentemente exhaustiva de lo que probamos. Aunque tengo la sospecha de que faltan dos, no las voy a poner en ningún lado salvo en el título de la entrada por motivos estéticos.

Primera ronda:
49. Cantillon Iris (Lambic - Unblended ABV 5%)
127. Dougall's Leyenda (Special Bitter ABV 5,8%)


Empezamos bien el día con dos cervezotes, buscando una graduación baja que quedaba mucho día por delante.

Ver una Cantillon en la pizarra inicial y tenerla en el vaso. ¿Para qué tanta lista si el cuerpo me la pide?
Si alguien ha leído alguna entrada anterior de este blog (y si no, aún está a tiempo) sabrá de mi afición a descorchar una Gueuze de Cantillon cada año por nochevieja (memorable la última). Introducción del señor H. en el maravilloso mundo de los lámbics.

De Dougall's no hace falta hablar mucho, que ya se ha dicho todo. Descubrí la 942 en el Birrasan de Blanes, y me llevé algunas a casa con gran alegría. Baste decir que es la cerveza que abrí para celebrar mi último cumpleaños (por lo tremenda que está y de paso por el 42). La elección de la Leyenda no fue nada inocente, ya que se trataba de empezar a preparar al Señor H. para alguna oleada lupulosa que vendría más tarde.


Segunda Ronda:
7. Aktien Urbayrisch Dunkel (Dunkel lager ABV 5,1%)
44. Birrificio del Ducato New Morning (Saison ABV 5,8%)


Seguimos con graduaciones moderadas, y mucha curiosidad.

Por un lado interpretación italiana de una Saison belga, un estilo que me chifla, con ingredientes originales y una colección de sabores divertidos que se complementan muy bien. Uno de los descubrimientos del día. Me trajo a la memoria otro de mis descubrimientos del pasado Birrasana: la Moon Verata.

Por otro lado una lager negra. Un estilo que no acostumbro a frecuentar, excepto por la Köstritzer, aunque las dos cervezas son muy diferentes. La Aktien es muy ligera en boca, donde deja un muy agradable gusto de chocolate a la taza pero más suave. Como una leche con colacao, pero menos cremosa. Me dieron ganas de pedir unos churros con gas para completar un desayuno de muy muy buen rollito.


Tercera Ronda:
93. Segarreta Ginger Beer (Espècialty Ale ABV 6,5%)
157. Het Nest Turnhoutste Patriot (Saison ABV 6,5%)

Pues no lo estaremos haciendo tan mal, cuando en la tercera ya nos apetece repetir conceptos.
Por culpa de los birrificios, nos apuntamos a la Segarreta. La verdad es que entra muy bien, aunque a nuestro gusto (y también por culpa birrificia) se nos quedó algo corta de gengibre. Habrá que darle una segunda oportunidad "en seco".

Turnhout es una de ciudad belga en la que no he estado, cosa que me gustaría remediar. Empezaremos la visita virtualmente con una cerveza conmemorativa, que se convirtió en alegórica. Saison típica belga, pero "liberada" por las tropas americanas de lúpulos inclementes. Muy buena.


Cuarta Ronda:
46. Lluna's Happy Trip (Tripel ABV 7,5%)
303. Hof Ten Dormaal Barrel-aged Project: 
No. 7 Grappa (
Belgian Ale BA ABV 12%
)

Cambio de tercio. Subimos de grado.

La Lluna's no estaba en mi quiniela, pero apareció en un momento en que nos pusimos de acuerdo en buscar cervezas más fuertes, coincidiendo con un momento en que apenas las había, o eran negras cual tizones del infierno o amargas cual recorte presupuestario (y aún sin tener al señor H. preparado para ello).
Tirando más de lúpulo que las originales tripel belgas, me pareció correcta y original, pero la cabra tira al monte, y yo volveré a mis clásicas.

Otra de las cervezas a destacar del certamen. Con un número que se caía fuera del catálogo impreso, nos dejó unas sensaciones fantásticas. Un ale muy generoso de alcohol pero sin ser ofensivo, que deja una agradable calidez y un aroma muy nítido y largo de grappa blanca. Muy recomendable me dejó con ganas de probar alguna de sus hermanas.


Quinta Ronda:
47. Cantillon Gueuze-Lambic Bio (
Gueuze ABV 5%)
199. Lervig Konrad Stout
 (
Russian Imperial Stout ABV 10,4%)

Dos huídas en sentido contrario

El señor H. se apunta a revisar el lambic de primera ronda, en una de sus versiones más clásicas y celebradas, y por supuesto que no voy a permitirle que se beba esta joya él solito. ¡Que ganas tengo de poder volver visitar la Brasserie de Anderlecht!

Por mi lado, aprovecho para huir hacia adelante, hacia terreno desconocido. La magnitud de la primera gran cola del día me inclina hacia este brebaje oscuro, alcohólico y dulce a morir. Me sumerjo profundamente en el caramelo del flan, el "cremat" de la crema catalana y el fantástico turrón guirlache de mi tía Montse. Me sumerjo tanto que el señor H. decide ir a perpetrar la sexta ronda en solitario.
(Corrijo: quizá la primera gran cola del día fuera en el tirador de Art Coure, lo que me satisface mucho ya que siempre me ha parecido una cerveza excepcional y diferente y siempre tengo alguna por casa.)


Sexta Ronda:
107. Origen 1905 (
3b Märzen ABV 5,2%)

Si hombre, que te la vas a beber tu toda...

Fácil de beber así que al señor H. le costó despacharla bien poco. Presente el malta para lo suave que es la cervecita. 


Séptima Ronda:
20. Anderson Valley Hop Ottin' IPA (
IPA ABV 7% IBU 86)
69. 
BROUWERIJ'T IJ Columbus Bio (
Belgian Strong Ale ABV 9%)

Lúpulo o lúpulo.

Hop Ottin'. Otra larga cola que vale la pena hacer visto el claro reclamo en el catálogo a los "enfermos del lúpulo" entre los que me encuentro. La espera vale la pena y el amaaargo hechizo nos embriaga de forma fulminante. ¡Yeah!

Previamente en la cola, y para preparar al señor H. para el mundo IBU, nos apretamos la Columbus Bio. Otro desembarco de lúpulos aliados, esta vez con artillería alcohólica. La mejor carta de presentación que podía hacerme esta marca holandesa, hasta ahora desconocida para mí. Me ayudó a pasar mejor el mono de De Molen que costará que le perdone a la organización.


Octava Ronda:
62. Brewdog Hello! My name is Ingrid (Imperial doble IPA ABV 8,2%)
182. Troublette (Belgian White ABV 5,5%)

De una cola pasamos a otra.

Por fin una de las cervezas con la que había fantaseado en mis listas mentales, y con la que no contaba pues sabía que la habían pinchado ya el viernes. Brewdog es para mí sinónimo de placer, y con una cerveza de nombre tan sugerente me vuelvo a poner en la cola. Con el primer trago se me caen los... papeles al suelo. Me dejo estar de anotaciones y leches y disfruto como un enano. Concierto de monosílabos y sonidos guturales. Como me llegan comentarios libidinosos de quien la pudo disfrutar también el domingo, por mi parte declaro esta cerveza una de las grandes del certamen (las que quieran optar a compartir el título han de ser enviadas a mi domicilio particular).

El hecho de contar con dos vasos nos permitió hacer la cola con otra divertida cerveza, la Troublette.
Una macedonia muy gustosa, de trago largo y fácil, a la que le debo una cata con el paladar más despejado.


Novena Ronda:
260. SLAAPMUTSKE Hop Collection (Challenger) (
Ale belga ABV 10%)
298. Guinea pigs! Flow Ipaporter (Black Ipa/Imperial Porter (english strong ale) ABV 8,5%)

¡Que salgan los monstruos en fila india!

Bélgica se rearma y nos manda un pedazo de cerveza que, aunque llevamos el alcohol muy bien puesto y no hemos dicho tonterías muy grandes, ya no estamos capacitados para diseccionar. Nos parece buena, muy buena. Se la dedico a Filip, que en un día memorable hace unos añitos me regalo una cajita de winterbier de la que aún me queda alguna. Gezondheid!

Todo el mundo habla de Yria, y servidor sin probar nada de nada. ¡Por fin! IPA + Porter significaba que me iba a gustar por lo menos por dos lados y así fue. Por dos, tres, cuatro o dieciseis lados, ¡yo qué sé! Tentado de poner en infusión a las cobayas de mis hijas al llegar a casa. Con ganas de repetirla y probar el resto del catálogo toledano (aún me tocará ir allá, y cargar de paso unas Domus).


Décima Ronda:
65. Brewdog I Hardcore you (Imperial IPA  ABV 9,5%)

Traca final. Muerte y destrucción. Exterminio masivo. Sayonara Baby. Pa' habernos matao Paco.

Sacando petróleo de las últimas fichas, aprovechamos que la organización se piensa que nos hemos marchado y sacan las cervezas que tenían escondidas. Brewdog + Mikeller, casi nada... No me puedo imaginar lo que sacarán en la noche, pero tampoco me preocupa demasiado. Ahora mismo soy feliz aunque nos hayamos bebido la última ficha.

Salimos por la puerta grande, ante la envidia de los congregados en la gran cola de entrada. Debería estar sonando el "Mesías de Haendel" o por lo menos "Love Comes Walking In" de Van Halen, pero en cambio  "Opa yo viase un corral" vaticinaba el castigo que nos esperaba a los pecadores.

 
Penitencia Final:
0. Estrella Damm (pils deleznabilis - lager rillero)

Saliendo del recinto nos invade el hambre que durante unas horas hemos engañado con quesos asturianos, empanadas y cocas de escalivada (y alguna cerveza creo recordar). El señor H., antiguo aborigen del barrio, me conduce al frankfurt de muchas juergas de su juventud. 

Como la sobrasada con queso no pega con el vichy, el cacaolat ni el zumo de melocotón, pedimos  sucedáneo de cerveza: la clásica e infame Damm de toda la vida. Si en condiciones normales no me gusta, imaginaos después de trasegar todo lo anterior.

Allí se quedó casi toda, demostrando que el bien siempre triunfa sobre el mal.
¡¡¡HASTA EL AÑO QUE VIENE BBF!!!

lunes, 11 de marzo de 2013

Barcelona Beer Festival 2013 (#BBF13): Mi visión del evento

Durante este fin de semana se ha celebrado en Barcelona el 2º Barcelona Beer Festival (#BBF13).
Un festival cervecero que, a pesar de estar tan sólo en su segunda edición, ya queda claro que viene para quedarse, y del que espero ya desde ahora su tercera entrega.


La venganza de la primera edición

Un año después de la primera edición, en la que sólo pude ver la puerta y por el lado de fuera, servidor de ustedes tenía planificado que semejante catástrofe no podía volver a suceder.
Afortunadamente este año he podido entrar y, como sé que la organización no lo hizo en su día con mala intención sino que murieron de éxito, de todo corazón les perdono (aunque yo aceptaría gustosamente unas cervecitas de desagravio, claro está).


Sincronicemos relojes

Mis compromisos y mi economía sólo me permitían asistir a uno de los tres días, y elegí el sábado. El viernes tenía ensayo de castellers, que es otra de mis religiones, y era mejor tener el domingo libre para conseguir el perdón familiar, así que decir que elegí yo es un eufemismo.

Habíamos quedado con los amigos que el viernes decidiríamos el plan, pero yo ya tenía muy claro que a las 11 en la puerta, y el que no pues nos veíamos dentro si tenía suerte.
Al final hubo bajas por enfermedad, compromisos sociales, pereza y otros varios (algún asustado por no poder entrar incluso), y gente que decidió que mejor el domingo, conque quedamos el señor H y yo.


Madrugar para beber cerveza: El concepto

Como sobreviviente a cierto tipo de eventos alcohólicos de resistencia, como las Fiestas de San Lorenzo de Huesca (cada año, mientras fui joven y soltero), sabía que había que ir preparado en cuerpo y alma, así que le preparé unos huevos fritos para el cuerpo, aprovechando el aceite de freír la longaniza que le regalé al alma. Decidí sacrificar el tradicional acompañamiento de melocotón con vino, que aparte de no ser época, no convenía mezclar ni empezar a beber a las 8 de la mañana.


Vale, me dejo de rollos y empiezo a hablar del festival

El señor H y yo llegamos al sitio en cuestión con 5 minutos de adelanto sobre el horario previsto (hecho increíble para dos padres de familia). Sin cola para entrar, ni para pedir las primeras rondas. Fantástico.




Tal y como entramos vamos directos a recoger copa, guía y fichas. Todo ello mereció nuestra aprobación. Bonito logo en la copa (una media pinta clásica, con algún centilitro extra según la guía y los entendidos). Una guía bien editada (al menos para mi gusto) y útil a la postre, en catalán, castellano e inglés. Para las fichas adaptaré una frase que he visto por el twitter: “te sientes como en un casino, en el que siempre ganas”.


La cuadratura del círculo

Un acierto de local. El Arena BBF stadium tiene un buen aforo y unos buenos servicios. Esto me pareció cuando llegué y lo mantengo después de haber salido del recinto. Luz natural y buenas vistas de Barcelona en la terraza exterior. Chapeau.
Espectacular barra, en línea recta, con 50 tiradores. Un acierto ponerlos todos así con lo cual se podía hacer cola cómodamente en cualquiera de ellos. Espacio central abierto, con un lavadero para los vasos, y en el lado opuesto a la barra una línea de chiringos de comida (Mención especial a Asturias país de quesos, aunque me hayan dejado esta vez sin Gamoneu.) y otra de puestos varios: venta de fichas, merchandising y demás. Pocas mesas y sillas ninguna, por poner algún defecto, con lo que se acabaron organizando algunos campamentos sioux, sobre todo por la tarde. La comida buena, pero se echa de menos platos contundentes "para hacer de cojín".



La pizarra como show

¡Ese pedazo de pizarra!
50 cervezas, 50. Con su denominación, número de tirados y índice en el catálogo.
Vaya mi pequeño homenaje a los encargados de mantener la pizarra, cambiar cada línea al acabarse el barril, tocar la campana y provocar el grito entusiasta de los congregados al descubrir el nuevo caldo a probar. Un acierto que ha de mantenerse en todas las ediciones (como mucho, pasarla a digital, pero pienso que le quitaría parte de la gracia).


20 cervezas de amor y una estrella desesperada

La maratón cervecera la publicaré aparte, que esta entrada ya me ha quedado largo de narices.
Pero vaya por adelantado que he bebido mucho y lo he disfrutado todo.


Y como es de bien nacidos ser agradecidos...

Mis felicitaciones a la organización, incondicionales y desinteresadas (aunque como ya he dejado claro antes, acepto cervezas por motivos variados).


Gracias por traernos estos maravillosos caldos, y permitirnos disfrutarlos en buena compañía y un ambiente más que adecuado. Si hay un Dios, os lo pagará por dar de beber al sediento y si no, que nos quiten lo bebido.


Espero que vosotros también lo hayáis disfrutado, al menos tanto como para organizar la edición del año que viene. ¡Salud!